Las Ondas de choque son ondas acústicas o pulsos de presión mecánica que se expanden como una onda en el organismo, produciendo efectos beneficiosos en los tejidos. Al interactuar con ellos se transforman en energía, que activa el metabolismo de las células, ralentizado con el paso de los años. Una energía estimulante a nuestras celulas. La célula grasa se desinflama, descomprime los tejidos y proporciona un aspecto más liso y terso de la piel. Adiós a la piel de naranja. Con estas vibraciones también se consigue una mayor activacion de la circulación y favorece la eliminación de grasa acumulada y líquidos. Con este tratamiento, tambien conseguimos la creacion de nuevo colágeno y por consiguiente mejorar la firmeza, elasticidad y textura de la piel.
Las ondas de choque son ondas acústicas que transportan gran energía hacia puntos dolorosos con el objetivo de acelerar procesos de cicatrización, regeneración y reparación tisular. Las ondas de choque acústicas se han consolidado como un excelente tratamiento para la reducción de la celulitis. Varios ensayos clínicos realizados por prestigiosos dermatólogos europeos y americanos han confirmado su eficacia. Estudios científicos prueban una eficacia de hasta un 90%. Las ondas de choque se utilizan en medicina estética para el tratamiento de la celulitis y el efecto llamado “piel de naranja”.
La celulitis fibrosa o dura suele localizarse en glúteos, muslos y cartucheras.
Los resultados son evidentes desde la primera sesión.
Se consigue una remodelación corporal gracias a la reducción de volumen
Desaparición de la piel de naranja y el rejuvenecimiento de la piel, con un incremento de la tersura y elasticidad de las zonas tratadas.